La Piel y el Covid-19
Problemas cutáneos por el uso prolongado de mascarillas: Acné y resequedad
Usar máscaras, pantallas protectoras y otros equipos de protección durante mucho tiempo, usar ropa protectora con poca transpirabilidad durante mucho tiempo y en un entorno cerrado, junto con factores como la compresión, la fricción, el calor y la humedad, pueden causar fácilmente alergias en la piel como daño mecánico local de la piel e incluso infecciones secundarias.
Acné y uso de mascarillas en tiempos de COVID-19
Debido al alto estrés al que se ve sometida la sociedad en tiempos de pandemia, se ocasionan trastornos endocrinos, y la secreción excesiva de andrógenos que estimula la secreción excesiva de las glándulas sebáceas; sumado a la influencia de la ropa protectora a largo plazo y mascarilla en ambientes cerrados, se produce la obstrucción del folículo piloso. La suma de una dieta irregular, pocas horas de descanso, uso prolongado de mascarilla y otros factores externos, puede producir un daño similar al acné o exacerbación del mismo. Esta probabilidad se incrementa en el caso de personas con piel grasa.
La recomendación es limpiar el rostro durante la mañana y la noche, usando limpiadores específicos para piel grasa e hidratar con productos que no aporten oleosidad a la piel.
Evitar la dieta picante y estimulante, evitar los alimentos con alto contenido de azúcar y grasas. Reducir el estrés mental, evitar quedarse despierto hasta tarde, garantice el descanso y el sueño; minimizar el uso de maquillaje para evitar una mayor obstrucción de los poros. Evite presionar las lesiones cutáneas para evitar la propagación de la infección.
Manos secas por lavado frecuente
El uso prolongado de guantes y el lavado frecuente de manos causan daños en el estrato córneo de la piel, lo que resulta en una pérdida excesiva de humedad, sequedad y descamación, e incluso grietas, que pueden ir acompañadas de picazón y molestias.
Las manos, junto con el rostro, son la parte del cuerpo más expuesta, y de forma continua, a agresiones externas como el frío, los rayos solares, el viento, la contaminación, los lavados frecuentes y el contacto con detergentes agresivos.
Se recomienda la utilización de jabones suaves o agentes detergentes compatibles con la piel, no irritantes, respetuosos con las condiciones fisiológicas de la superficie cutánea (pH ligeramente ácido) y que, en la medida de lo posible, no eliminen en exceso el manto lipídico protector de la piel. Se recomiendan las formulaciones a base de tensioactivos suaves.
Se recomienda usar un Syndet de limpieza suave para evitar la perdida excesiva de lípidos de la piel y después de cada lavado, aplicar un hidratante en las manos.
La crema para manos, se debe aplicar dos veces al día, por la mañana y por la noche como mínimo, con masajes ascendentes hacia el antebrazo, aunque es más recomendable una aplicación tras cada lavado de manos.
Bibliografía:
https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC7086135/
https://www.elsevier.es/es-revista-offarm-4-articulo-cuidado-manos-unas-13039714
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